Artemisa

Para la Gestapo era «Artemisa», la espía mas activa y peligrosa infiltrada en su territorio. Elaboraba informes de inteligencia, coordinaba operaciones y hacia de enlace entre los grupos de la resistencia francesa y el SOE británico (Special Operations Executive). Pese a su pierna de madera (mutilación causada debido a un accidente con un arma), llego a escapar de los alemanes en bicicleta por media Francia hasta escabullirse en un ferry ingles al ser invadido este país.
No tardaría mucho en presentarse voluntaria para volver, pero esta vez con toda Francia ocupada, seria lanzada de noche en paracaídas con equipo para la guerra. Su equipo no disparaba nada, pero gracias a el cambiaria muchas cosas. Un maletín con una radio de espía para organizar la red Héckler, que proporcionaba salida a pilotos británicos abatidos, ponía bombas en puntos estratégicos, recopilaba información de inteligencia y apoyaba a la resistencia proporcionándoles comunicaciones de enlace con el SOE. Recibiendo gracias a ello armas, radios y otros materiales de apoyo en la Francia ocupada.
Entrenada para operar la radio en condiciones extremas, era capaz de construir antenas, dominar el código morse para enviar y recibir mensajes por radiotelegrafía ( su modo habitual de pasar información) y hasta hacer funcionar la radio desde puntos insospechados evitando conectarse a las líneas eléctricas. En estas fotos, se ve la maleta con la unidad de radio del SOE que utilizaba, auriculares y manipulador morse. En la otra imagen, se suministra energía a la radio del maletín utilizando una bicicleta modificada. La Gestapo llego a enviar una transmisión a la desesperada a todas sus unidades en Francia: «De todos los espías aliados, esa mujer es la mas peligrosa. Debemos encontrarla y acabar con ella».
Virginia Hall Goilott era estadounidense y mas tarde seria adscrita también a la Office of Strategic Services y la División de Actividades Especiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Durante sus años activa, tuvo muchos nombres en clave, «Marie Monin», «Germaine», «Diane», «Marie of Lyon», «Camille», «Nicolás»…
La Gestapo acabaría por empapelar los pueblos de Francia de carteles de búsqueda con su retrato poniendo precio a su cabeza, convirtiéndose en un obsesión para el alto mando de la organización. Había ordenes de acabar con ella a cualquier precio, y el circulo llego a estrecharse tanto, que un topo consiguió infiltrarse en la resistencia y localizarla, por lo que tuvo que acabar huyendo de nuevo, esta vez cruzando los Pirineos hacia nuestro país. Pero sus actividades ocasionaron graves perdidas a los alemanes, salvó innumerables vidas aliadas, y la información que proporciono, se considera una de las claves del éxito del día D en Normandía. Aun así, lejos de dar por finalizada su labor, tras el día D entraría de nuevo en Francia para colaborar en la liberación de algunas zonas del país del ejercito alemán.
La escritora Nancy Polette, escribió su historia «The Spy with the Wooden Leg: The Story of Virginia Hall» (La Espía de la pierna de madera: La Historia de Virginia Hall).
En español, Sonia Purnell también escribió otro libro sobre ella: «Una mujer sin importancia: La historia de Virginia Hall, la espía más buscada por la Gestapo».
Jamás quiso reconocimientos ni traslados fuera de las líneas enemigas mientras duro la guerra. Pudo ser evacuada definitivamente en varias ocasiones y lo rechazo, a pesar del inminente peligro al focalizar la Gestapo gran parte de sus esfuerzos de contraespionaje en territorio francés en darle caza. Tras finalizar la contienda siguió trabajando para la CIA en USA, Francia le otorgó la Croix de Guerre avec Palme, Gran Bretaña la convirtió en miembro de la Orden del Imperio Británico, y el gobierno de Estados Unidos le entregó la Cruz del Servicio Distinguido.
Hoy en día una oficina de la CIA lleva su nombre.
abril 10, 2021