URLE

Radio Martí tiene una historia de novela.

En 1981 Reagan creó un ente llamado “RadioBroadcasting to Cuba Inc.” bajo control de una comisión presidencial. El objetivo era convertirse en un elemento de propaganda de los intereses estadounidenses en la zona, con emisiones claramente anticastristas y contra la revolución cubana, sirviendo de apoyo y dando voz a la disidencia.

Llegarían a usarse medios de lo más variopinto, como un enorme globo cautivo a 3000 metros sobre los Cayos de Florida. Lo que el viento se llevó. Pues sí, como el clásico de cine. Literalmente, el viento, concretamente el huracán Dennis, se lo llevó.

A continuación los estadounidenses aumentaron la apuesta y usaron un avión muy desconocido por la gente, porque no es ni muy rápido, ni tampoco tira bombas, así que nunca sale en la películas ni nadie habla de él, pero participa en todas las guerras. Se trata del Lockheed EC-130. Que es un C130 Hércules de transporte modificado para lo que se conoce como PSYOP (Operaciones de guerra Psicológica). Y ahí anduvo hasta 2013 incluso repostando en vuelo emitiendo sin parar hacia la isla. (Solo el tema de las operaciones de estos aviones en zonas de guerra y a veces sin guerra, como este caso, ya daría para largo)

Pero Fidel, no era manco, y entre unos y otros en aquella época, se desarrolló una verdadera guerra electrónica, ya que intentaba bloquear con interferencias la señal, cosa que conseguía bastante en La Habana y alguna otra población importante, pero no en la totalidad de la isla.

Hoy en día, los programas se generan en los estudios de Miami, pero se transmiten desde el enorme campo de antenas que se ve en la foto que me manda el ingeniero situado en Carolina del Norte, que con 250.000 vatios de potencia, no solo cubren todo el área del Caribe, si no que hasta desde mi casa se escucha sin problemas la emisión.

La situación actual ya no es la que era antaño en vida de Fidel, los contenidos de Radio Martí aun manteniendo la línea, se han relajado no siendo ya tan agresivos y desde la isla, ya no hay el empeño que hubo en el pasado en bloquear la emisión. De hecho, en el congreso de los EEUU hay voces pidiendo el fin de la aventura, más que nada por la cantidad de millones de dólares anuales que les cuesta a los americanos mantener todo esto.